28 de enero de 2008
- Hoy somos comparsa del dominante sistema de partidos
- Urge remontar el vacío político-ideológico: Valenzuela
El reto, la gran dificultad del proceso electoral interno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) es evitar la práctica de los vicios antidemocráticos y clientelares, característicos en la cultura priísta, que se han enquistado en las fuerzas de la izquierda mexicana, mismas que privilegian hoy en día la obtención de cargos institucionales por sobre la lucha social y de defensa de los intereses del país.
A partir de esta reflexión, Camilo Valenzuela sostiene que el resultado de la renovación de las dirigencias estatales y nacional es responsabilidad única de los candidatos, porque si se quiere una elección no viciada, legal, incuestionable, que deje satisfechos a los miles de militantes y fortalezca al PRD, hay que abandonar la idea de querer ganar a como de lugar.
Durante la reunión que sostuvo con quienes se registraron para contender en representación de las fuerzas y colectivos de izquierda que apoyan su candidatura en 30 estados del país, salvo Zacatecas y Aguascalientes, el aspirante a la presidencia nacional advirtió que de no haber elecciones limpias el próximo 16 de marzo, el PRD sufrirá un gran daño del que es posible no se recupere.
Hay que entender que “la gente no va a mantener las ilusiones en un partido que deviene
en aparato burocrático-electoral, en el que predomina la imposición de decisiones copulares y que es más un componente del sistema de partidos dominante que representante de dirigentes que luchan por la transformación de las condiciones económicas, políticas y sociales de México”.
En consecuencia, argumentó Camilo Valenzuela, si predomina la idea de ganar la presidencia nacional a como de lugar y en esa búsqueda se vale de todo: corporativismo, relleno de urnas, rasurada de padrón, compra de votos, el problema fundamental del partido seguirá siendo cómo remontar el vacío ideológico-político que ha dado motivo a asumir prácticas antidemocráticas como las que ejercía el PRI cuando era gobierno.
Tajante, expuso que “esto no puede continuar so pena de que nos asumamos cada vez más como componente del sistema de partidos dominante que apuntala el proyecto vende patria que defienden PRI y PAN, que en promotor y cabeza de una transformación patriótica y democrática del país”.
El cambio más importante del que depende la suerte del PRD, expresó en tono autocrítico, es precisamente el de regresar a su origen, retomar la organización y movilización de masas, así como encabezar la lucha social contra el autoritarismo y la sumisión a políticas neoliberales empobrecedoras y atentatorias contra la soberanía nacional.
No avanzar en ese sentido “sería lamentable para el partido, los militantes y quienes nos asumimos como miembros de la izquierda mexicana”. Por qué, porque en el PRD ha ido ganando influencia la cultura dominante expresada en que predomina en la mayoría de las fuerzas internas la aspiración al puesto, al acomodo, al interés personal y grupal.
Como ejemplo mencionó Camilo Valenzuela que a partir de que el PRD se incrustó en la disputa por el poder del país y empezó a tener acceso a posiciones institucionales importantes: representación en el Congreso de la Unión, diputaciones locales, presidencias municipales, regidurías y gobiernos estatales, la izquierda pasó a centrar su trabajo en la “lucha político institucional y electoral”, modificando el objetivo que le dio origen.
Por eso “predominan los intereses de casta tendientes más a procurar la obtención de un puesto para tener buen nivel de vida, antes que la causa de la liberación patriótica y democrática de México y el pueblo.
Antes de concluir la reunión con los aspirantes a ocupar un cargo de elección interna en el PRD, el candidato a la dirigencia nacional les pidió cuidar el proceso, no caer en confrontaciones y, a estar pendientes y denunciar las prácticas antidemocráticas que se lleguen a presentar.
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