- Cuestiona Camilo Valenzuela el uso de la CND
- Urge organizar la ofensiva del pueblo
Están equivocados quienes en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) piensan que la defensa de la soberanía nacional se limita únicamente a la lucha por la no-privatización de PEMEX cuando la política neoliberal pretende reformas estructurales en materia laboral, seguridad nacional y que continúe el sometimiento de la economía y la planta productiva a los acuerdos que engloba el Tratado de Libre Comercio, contra los intereses de los mexicanos.
Camilo Valenzuela, candidato a la presidencia nacional del PRD cuestionó las declaraciones que vienen de un lado y otro con la idea de hacer creer que “hay que desgarrarse las vestiduras” para impedir la modernización-privatización del sector energético, como si las contrarreformas anunciadas no significaran una amenaza y las ya hechas no fueran una agresión. Además, como si lo urgente no es pasar a la organización de la ofensiva del pueblo. “Vasta de palabrerías y entremos a la acción”, propuso.
Igualmente, al recibir a un grupo de perredistas del Estado de México, calificó de “frívola” la actitud de los legisladores del PRD al salir en defensa de su correligionaria y presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta a través de un desplegado periodístico, cuando no han logrado colocar en el centro de la discusión lo que realmente importa: echar abajo la contrarreforma a la Ley del ISSSTE y el capítulo agrícola del TLC; rechazar de antemano las iniciativas que presente el gobierno ilegitimo en materia laboral, judicial, energética, y el reciente aumento a la tarifa eléctrica..
Tampoco se trata, precisó Camilo Valenzuela, asumir que quienes están en contra de la privatización de PEMEX, como la Convención Nacional Democrática, son los buenos y “quienes disentimos en los métodos, en el cómo lograrlo y proponemos como línea de acción la movilización y la lucha de masas, seamos ubicados como los malos. Y hasta resulta que desde el zócalo de la ciudad de México nos dicen que busquemos otro espacio como si el PRD fuera patrimonio de alguien”.
Esos enredos elitistas y declaraciones excluyentes en nada contribuyen a la tarea fundamental que tienen el PRD, sus dirigentes, gobernadores, presidentes municipales, diputados federales y estatales, así como los senadores, de combatir las políticas contrainsurgentes del gobierno de la derecha e iniciar la ofensiva contra los vendepatria que ven en las riquezas naturales del país un botín.
Ante los perredistas del Estado de México, el candidato reprobó el uso de la Convención Nacional Democrática para la disputa interna y la redistribución del poder en el PRD, cuando ésta tendría que buscar ampliar la incorporación de mayores actores sociales, políticos y hasta empresariales para fortalecer la lucha y conformar un movimiento patriótico y democrático que no deje pasar ninguna modificación constitucional que atente contra los intereses del país y la población.
En ese sentido anunció que en los próximos días va a proponer a los perredistas apoyen y asuman el plan de acción aprobado en el V Diálogo Nacional cuya declaración final es “todos unitariamente contra el neoliberalismo y la derecha” y que postula: la defensa de la soberanía nacional energética y alimentaria; la cancelación de la deuda externa y la renegociación del TLC; la defensa de la economía popular, aumento salarial de emergencia y creación de empleos dignos,
Además, la defensa de la seguridad social, solidaria, integral e intergeneracional y por la abrogación de la Ley del ISSSTE; el rescate del campo mexicano y el respeto a los derechos y cultura de los pueblos indígenas; la defensa de la educación pública, laica, científica y gratuita; la libertad inmediata de los presos políticos; un Congreso Nacional Constituyente, popular y democrático; y el nuevo proyecto de nación alternativo al neoliberalismo.